A partir del 1 de septiembre, México contará con una justicia ciudadana, cercana y de puertas abiertas, aseguró el magistrado electo Giovanni Azael Figueroa Mejía, quien tomará protesta en el Senado de la República en esa fecha.
El anuncio lo realizó durante la conferencia “Sentencias Constitucionales que Protegen la Igualdad y Evitan la Discriminación”, organizada por la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León, Laura Perla Córdova, en el Auditorio del Instituto de la Judicatura.
Figueroa Mejía adelantó que, como parte de este nuevo ciclo, se abrirán las puertas principales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), las cuales permanecieron cerradas por más de dos años y medio, como un acto simbólico de cercanía y transparencia.
“Lo que cambia es el nuevo rostro de la justicia: una justicia cercana, de puertas abiertas y accesible a través de diferentes medios”, subrayó.
Principios rectores de la nueva justicia
El magistrado electo destacó que la igualdad y la no discriminación serán ejes transversales en las resoluciones del Tribunal, en apego a lo que establece la Constitución.
En este sentido, afirmó que la justicia deberá proteger los derechos humanos de todas las personas, incluyendo migrantes, desplazados y refugiados, con especial atención a los grupos históricamente vulnerables.
“Justicia para todas las personas, sobre todo para quienes la justicia les ha dado la espalda”, puntualizó.
Expectativas ciudadanas
Figueroa Mejía reconoció que la ciudadanía tiene altas expectativas respecto al nuevo actuar de la Suprema Corte, por lo que sus resoluciones estarán bajo el escrutinio público.
“Sabemos que los ojos estarán puestos en la labor de la Suprema Corte desde las primeras resoluciones. Queremos recuperar un principio que se ha abandonado: la justicia social”, afirmó.
Por su parte, la magistrada Laura Perla Córdova destacó que el objetivo es garantizar una impartición de justicia equitativa, clara y accesible para todos los ciudadanos.
Finalmente, ambos coincidieron en que la justicia en México debe dejar de ser percibida como un ámbito lejano y reservado, para convertirse en un espacio real, incluyente y ciudadano.