Las asistencias de Julián y Almada a Messi estuvieron llenas de agradecimiento. El desarrollo del partido y la despedida del astro argentino.
Un partido con tintes de despedida, situación que combina la tristeza y la nostalgia. Lionel Messi jugó su último partido de eliminatorias mundialistas en su país natal, situación por la que El Monumental se rindió ante su mayor ídolo.
Llanto en la afición y en el campeón mundial. No es para menos, luego de derrotas como Brasil 2014, o la Copa América en 2015 y 2016, lo logró todo con la selección tras romper los paradigmas a nivel clubes; una despedida de gala para uno de los mejores jugadores de la historia. En lo personal, el mejor que he visto.
El agradecimiento a Messi también se demostró en el desarrollo del partido. Una selección plagada de “veinteañeros”, se dedicó a correr y pelear cada pelota para terminar desahogando en el centro del campo con un Lionel Messi que camina por el campo y sólo realiza movimientos justos e inteligentes.
Los jóvenes atacantes, Julián Álvarez y Thiago Almada, pese a tener dos opciones de gol, solos frente al arquero, decidieron hacer un amague de más y cederle la anotación a su mayor ídolo. Con 25 y 24 años, respectivamente, decidieron tener en su historial una asistencia al astro argentino más que un gol.
Ese es el legado de Lionel Messi. Cuando lo ganó todo en clubes con un nivel futbolístico fuera de este mundo, en la selección parecía hacer todo solo. Lo reventaron a no más poder en su país natal e incluso pensó en renunciar a su selección, pero no lo hizo.
Ahora, Messi no está solo. Está acompañado de los niños que lo vieron en la televisión como su mayor ídolo, como Julián Álvarez, Thiago Almada o Franco Mastantuono con 18 años; o quienes estaban un eslabón abajo mientras Messi brillaba, como Leandro Paredes o Rodrigo De Paul con 31 años.
Todos corren, todos suben, todos defienden, y todos siguen las indicaciones de “Lio”. De hecho, de esta forma lograron dos Copas América, un Mundial y una Finalissima.
Esto se notó en la última Copa América contra Colombia; Messi salió lesionado pasando el segundo tiempo y el equipo, sin él, no dejó que su ídolo se fuera sin festejar un campeonato más.
Ese es el mayor legado de Messi para Argentina: Una selección sólida que, pese a estar ahí por su ídolo, cuando él ya no esté, no habrá ningún problema; una generación dorada que juega, justo ahora, como ninguna otra en el mundo.