La derrota contra Venezuela significa mucho más que solo la humillación dentro de Copa América para México, este resultado los obliga a ganarle el domingo a Ecuador, pues cualquier otro resultado los dejaría fuera de la justa.
En los escenarios antes del partido que pensaban en un posible cruce de grupos con Argentina en la siguiente fase, se desmoronaron pues una derrota con la “Vinotinto” no estaba presupuestada, por Jaime Lozano, su cuerpo técnico, sus jugadores y en sí por el resto de México.
Hoy México está ubicado en el nada honroso tercer lugar de su grupo, mismo que comanda Venezuela con 6 puntos, y en el segundo sitio aparece Ecuador con 3, con una diferencia de goles de +1.
Los aztecas tienen 3 puntos también, pero una diferencia de 0, por lo que un empate también les daría el pase a los ecuatorianos, debajo de México solo está Jamaica que ha perdido sus dos duelos.
El partido
El dominio era mexicano, aunque no por mucho, al minuto 57 Julián Quiñones siguió hasta el área al marcador que lo mantuvo a raya toda la noche, Jon Aramburu y lo fauleó cometiendo el penal que a la postre Salomón Rondón convirtió en el gol de la diferencia.
México siguió insistiendo, pero Jeferson Soteldo contragolpeaba a cualquier descuido verde y mantenía el peligro constante en portería de los mexicanos.
Al minuto 87 la Selección Mexicana respiró, tras una revisión ene l VAR el árbitro decretó penal a favor de los dirigidos por Jaime Lozano, Orbelin Pineda tomó el balón, disparó desde los 11 pasos y Rafael Romo se lanzó sobre su costado derecho y mandó el esférico a tiro de esquina.
Esta acción mantenía a México con desventaja, pero también caía como balde de agua fría en el ánimo azteca que a pesar de tener 6 minutos de compensación ya no pudieron hacer daño a la portería sudamericana.