La Autoridad Palestina ha confirmado que al menos 18 personas perdieron la vida debido a un bombardeo israelí en el campamento de refugiados de Tulkarem, ubicado en el norte de Cisjordania.
El ataque, llevado a cabo por la Fuerza Aérea israelí, fue parte de una operación conjunta con el Shin Bet, la agencia de seguridad interna de Israel. Este hecho marca un aumento en el número de víctimas, ya que la cifra anterior reportada era de 16 muertos.
El Ministerio de Salud palestino, a través de su cuenta de Telegram, describió el incidente como un «bombardeo del campamento de Tulkarem por la ocupación».
Un responsable del campamento, Fayçal Salama, aseguró a la AFP que el ataque fue ejecutado con un caza F-16 y que impactó en una cafetería en un edificio de tres pisos, causando múltiples víctimas, entre las cuales se encuentran niños y jóvenes.
Además de los eventos en Cisjordania, se han registrado una serie de ataques y explosiones en los suburbios de Beirut, Líbano. Fuentes cercanas al movimiento chiita Hezbolá informaron que Israel realizó 11 bombardeos consecutivos en el sur de Beirut, lo que generó fuertes explosiones que sacudieron edificios y activaron las alarmas de los vehículos.
En las últimas 24 horas, Líbano ha reportado 37 muertes atribuibles a los bombardeos israelíes en territorio de Palestina.
Este aumento en la violencia en la región subraya la continua tensión en el conflicto israelo-palestino, con Israel manteniendo su ocupación en Cisjordania desde 1967. Las cifras de víctimas y la situación en el terreno continúan evolucionando, y se espera que surjan más detalles a medida que avancen los acontecimientos.
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