Seis millones de personas en el sur de California permanecen en alerta ante las previsiones de un clima extremadamente peligroso para incendios, mientras los bomberos continúan combatiendo dos enormes conflagraciones que ya han dejado al menos 25 muertos y miles de hogares destruidos.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias de bandera roja desde las 03:00 hasta las 15:00 horas del miércoles, alertando sobre una ”situación especialmente peligrosa” en los condados de Los Ángeles y Ventura. Las condiciones incluyen altas temperaturas, baja humedad y vientos intensos que podrían reavivar incendios existentes o provocar nuevos focos.
”Mensaje clave: aún no estamos fuera de peligro”, advirtió el servicio meteorológico, señalando que se espera una intensificación de los vientos en las próximas horas.
Avances y nuevos riesgos
Los bomberos lograron un avance significativo el martes gracias a vientos más ligeros, lo que permitió contener parcialmente los incendios Eaton, al norte de Los Ángeles, y Palisades, que devastó el barrio costero de Pacific Palisades. Ambos incendios comenzaron el 7 de enero bajo condiciones similares a las previstas para este miércoles, cuando ráfagas intensas impulsaron las llamas y diseminaron brasas a kilómetros de distancia.
Más de 77,000 hogares permanecían sin electricidad debido a cortes preventivos realizados por las empresas de servicios públicos para evitar que las líneas eléctricas contribuyeran a nuevos incendios.
Arrestos y medidas de seguridad
La Policía de Los Ángeles informó de 50 arrestos por diversos delitos relacionados con los incendios, incluidos saqueos, violación del toque de queda y la utilización ilegal de drones en zonas de emergencia. Entre los detenidos, tres personas fueron acusadas de incendio provocado tras ser vistas iniciando pequeños fuegos que, afortunadamente, fueron apagados rápidamente.
Un caso destacado fue el de un grupo acusado de saquear una casa evacuada, llevándose un premio Emmy, según informó el fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman.
Colaboración internacional y desafíos
Bomberos de otros estados, así como equipos de Canadá y México, se unieron a las labores para contener las llamas. A pesar de los avances, la amenaza de vientos intensos sigue siendo la mayor preocupación, especialmente ante el riesgo de que las llamas vuelvan a propagarse rápidamente.
Este desastre podría convertirse en el evento de incendios más costoso en la historia de Estados Unidos, con miles de hogares destruidos y comunidades enteras desplazadas. Las autoridades instan a la población a mantenerse en alerta, preparada para evacuar si las condiciones empeoran.