El Estadio BBVA volvió a ser testigo de una amarga derrota para Monterrey. Aunque los Rayados lograron empatar 1-1 en la Final de vuelta del Apertura 2024, el global de 3-2 coronó al América como campeón, haciendo historia al convertirse en el primer tricampeón de los torneos cortos.
La ausencia de Ocampos, un factor clave
La lesión de Lucas Ocampos desde el partido de ida resultó un golpe difícil de superar para los regiomontanos. Su ausencia mermó tanto el rendimiento en la cancha como el ánimo del equipo, que mostró chispazos de buen fútbol en los últimos minutos, pero no logró concretar.
Un partido de emociones encontradas
El juego arrancó con fuerza para los Rayados, quienes generaron peligro en los primeros minutos, incluyendo un cabezazo de Brandon Vázquez al 3’. Sin embargo, los errores en la salida y la falta de contundencia comenzaron a pasar factura.
América no tardó en responder. Al 18’, Henry Martín marcó un gol que fue anulado por fuera de lugar, pero apenas cinco minutos después, Richard Sánchez silenció al «Gigante de Acero» con un espectacular disparo desde fuera del área.
En el segundo tiempo, el técnico Martín Demichelis buscó revivir a su equipo con cambios estratégicos. Johan Rojas, uno de los revulsivos, logró el empate al 84’ con un gol que encendió las esperanzas de los aficionados. Poco después, Sebastián Vegas estuvo cerca de darle la vuelta al marcador con un cabezazo que terminó estrellándose en el travesaño.
A pesar de los intentos finales, el tiempo no alcanzó y Monterrey se quedó corto en su intento por forzar tiempos extras.
Un estadio que no perdona
El BBVA sigue siendo un escenario esquivo para los títulos de Rayados. Esta es la tercera Final de Liga perdida en su casa desde la inauguración del estadio en 2015. Primero fue Pachuca en el Clausura 2016, luego Tigres en el Apertura 2017, y ahora América se suma a la lista de verdugos que han levantado la copa en el «Gigante de Acero».
Un cierre histórico para América
Con este campeonato, las Águilas completaron una Liguilla perfecta y tomaron revancha de la Final perdida ante Monterrey en 2019. El tricampeonato coloca a los azulcremas en lo más alto de los torneos cortos, consolidando su legado como uno de los grandes del fútbol mexicano.