Todos de pipa y guante, listos para el gran evento, ese mismo que abarrotó el Pabellón M desde las gradas hasta el estacionamiento y las calles aledañas.
Las grandes personalidades empezaron a desfilar, alcaldes, diputados regidores, funcionarios, exgobernadores, todos acudiendo a la invitación de Adrián de la Garza para presenciar su primer informe de gobierno, el primero de tercer periodo al frente de Monterrey.
De pronto el silencio, se anunciaba la llegada del gobernador, los aplausos de inmediatos, llegó el gober… Pero el de Coahuila, Manolo Jiménez.
¿Qué pensaba usted? ¿Qué Samuel García se iba a dar la vuelta? Por su puesto que no, Samuel andaba en el informe de Félix Arratia, su compa, su confidente, su socio, es más como dirían en la CDMX: su valedor.
Aunque Samuel anduvo en varios informes como el de Andrés Mijes en Escobedo y Héctor García en Guadalupe le hizo el feo a su archirrival.
Esto, creo yo, es el preámbulo de la nueva guerra que se espera para el año preelectoral que se viene.
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