El Toluca de Antonio Mohamed logró el bicampeonato ante los Tigres del “novel entrenador” Guido Pizarro. A los Diablos, pese a venir de más a menos en el torneo, le bastó para coronarse de forma consecutiva.
Una final cardiaca que se definió luego de 24 tiros de penal. Una final para cualquiera, en la que fueron determinantes cambios impensados por parte de “Tony” Mohamed: el arquero Luis García luego de no ser titular en la liguilla y Alexis Vega con una lesión encima.
Mohamed se consolida como uno de los mejores entrenadores del fútbol mexicano al conseguir cinco títulos y haciendo campeón a cuatro equipos distintos. Además de, obvio, un bicampeonato.
Por cierto, cada vez es más notable en el balompié mexicano que basta con desplegar un fútbol decente para dominar el certamen. Desde el 2021 a la fecha se han registrado dos bicampeones (Atlas y Toluca) y un tricampeón (América); en solitario aparece Tigres con un título en 2023, quien no logró hegemonizar su estilo de juego luego de la abrupta salida de Robert Siboldi.
Mientras tanto, el Toluca con jugadores extraordinarios como Alexis Vega y Paulinho, así como con Mohamed al mando —de quien ya hablamos de su estilo y libertades de juego—, los Diablos parecen un equipo imparable. Hasta que algo extraordinario suceda…
La otra cara de la moneda
Por otro lado, los Tigres volvieron a quedarse en una final. Los felinos de Guido Pizarro —quien inició el 2025 como contención del plantel— lograron un certamen satisfactorio con creces.
Ocurrió lo que era impensable al inicio del torneo: vinieron de menos a más, como en sus mejores años, y se quedaron a nada de conseguir el título. Pese a las irregularidades que se vivieron en el certamen, considero que “El Conde” debe mantenerse en el puesto.
Si bien Pizarro mostró inexperiencia contra el América al inicio del torneo; tuvo una seguidilla de empates sin goles con un fútbol irregular; muchos de sus partidos los jugó sin un “nueve” natural por falta de planeación, pero en el formato —mediocre— de la Liga MX fue suficiente para lograr un excelente papel.
Logró 36 puntos, sólo perdió un encuentro en todo el certamen, concluyó el torneo en segundo puesto general y llegó a la final del fútbol mexicano.
Por semanas, algunos aficionados —“expertísimos”— exigían la salida de Guido Pizarro del banquillo de Tigres “por falta de experiencia”. No convencía su fútbol, ni los resultados favorables por la mínima; algunos lo consideraron defensivo, timorato, y otros adjetivos contraproducentes. Pero Guido logró cosas importantes con lo justo.
Yo diría que fue un “torneo a lo Tuca”. Durante más de una década no bajaron a Ricardo Ferretti de timorato, defensivo, aburrido y demás. Incluso, algunos ignoraban sus títulos hasta que parecían lejanos con entrenadores como Miguel Herrera o Veljko Paunovic.
El asunto clave es ver cómo arma su plantel de cara al Clausura 2026, para ser aún más competitivo de lo que logró en su segundo torneo como entrenador.
La incertidumbre con Torrent
Pese a lograr la heroica contra el América, el Monterrey se quedó corto ante Toluca, lo cual no fue un mal torneo debido a su estancia en semifinales y perder contra el actual mejor equipo de México.
Sin embargo, lo que duele al aficionado —además de una larga sequía sin títulos— son las formas. Principalmente las formas de su aún entrenador Doménec Torrent, que muestra insensibilidad ante un equipo ampliamente dolido.
Nunca encontró una forma cómoda de jugar, rotó jugadores al por mayor, no logra buena convivencia con el plantel y mucho menos con la afición, la que lo tacha de soberbio y egocéntrico.
En lo personal, aprecio a “Dome” y su forma de hacer fútbol; también reconozco su amplia trayectoria, incluso al lado de uno de los mejores entrenadores de la historia, Pep Guardiola. Ojalá se mantenga, pero con algunas limitaciones.
Limitaciones no en cuanto a fútbol, sino en su conexión con la gente. Es entendible, la afición regia en general es muy exigente y en ocasiones pide asuntos inconsumables, pero tampoco puedes hacérselos saber cada que termina un encuentro, ya que esto perjudica el clima del club.
Ya hubo rumores de su salida que hasta ahora no se han consumado. Creo que después de lo que hizo con el Atlético San Luis, con Rayados podría lograr grandes hazañas; sin embargo, tiene pendiente sanar una relación con la afición que incluso tomó, de por sí, dañada.



