El Congreso del Estado aprobó la creación de la Medalla de Honor “Mauricio Fernández Garza”, que se entregará a personas destacadas por sus aportaciones a la cultura y a la comunidad.
El Dictamen de la Comisión de Educación, Cultura y Deporte fue presentado en el Pleno por la legisladora Aile Tamez.
En tribuna, la diputada Cecilia Robledo Suárez explicó que, a propuesta del legislador albiazul Mauro Guerra Villarreal, se analizó y aprobó la Ley Medalla de Honor Mauricio Fernández Garza.
“Mauricio Fernández Garza es, sin duda, un gran ser humano: visionario, demócrata, promotor cultural, altruista, polémico, respetuoso de la diversidad de ideas, pero sobre todo, un incansable impulsor de la calidad de vida de las personas”, expresó Robledo.
La legisladora resaltó que Fernández Garza transformó a San Pedro Garza García en un municipio modelo, reconocido a nivel nacional e internacional por sus vialidades modernas, parques sustentables, desarrollo urbano ordenado y seguridad pública.
Asimismo, recordó que el exalcalde impulsó la participación ciudadana mucho antes de que se legislara en el Congreso, abriendo las puertas a los sampetrinos mediante mecanismos como el referéndum para decidir sobre las obras de sus colonias.
También destacó su profundo amor por la cultura, reflejado en el impulso a murales, artistas y en la creación de La Milarca, museo enclavado en la Sierra Madre, que alberga valiosas colecciones de arte popular y paleontología.
Por su parte, la legisladora panista Claudia Caballero Chávez señaló que instaurar esta medalla es un justo reconocimiento a quienes dedican su vida a fortalecer la identidad cultural de Nuevo León, impulsar el arte y tender puentes entre la tradición y la innovación.
“Nombrar esta presea en honor a Mauricio Fernández Garza no es casualidad; su legado como promotor cultural, coleccionista y defensor del patrimonio artístico trasciende y se convierte en un referente obligado de nuestra historia contemporánea”, afirmó Caballero.
Con esta distinción, el Congreso busca estimular a nuevas generaciones de artistas, gestores y promotores culturales a seguir aportando a la riqueza intelectual y espiritual de Nuevo León.