El Congreso del Estado de Nuevo León aprobó reformas a los artículos 9 y 10 de la Ley para la Conservación y Protección del Arbolado Urbano, con el objetivo de fortalecer las políticas ambientales y promover la plantación de árboles nativos en las viviendas, fomentando así un desarrollo urbano más sustentable.
La iniciativa, presentada por los Diputados del Grupo Legislativo del Partido Acción Nacional (PAN), busca que los municipios y el Gobierno Estatal trabajen de manera coordinada en campañas y programas de arborización que contribuyan al bienestar ambiental y social.
La Diputada Itzel Castillo Almanza, Presidenta del Congreso del Estado, destacó que esta reforma permitirá a los municipios contar con herramientas para coordinar esfuerzos con el Estado en favor del medio ambiente.
“Esta reforma ayudará para que existan campañas coordinadas entre los municipios y el Estado para desarrollar programas de arborización en las casas habitación, darles a los municipios herramientas para que se puedan coordinar y ayudar al medio ambiente”, señaló.
Por su parte, el Diputado Mauro Guerra Villarreal, también integrante del Grupo Legislativo del PAN, presentó el dictamen de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, resaltando la urgencia de recuperar las áreas verdes del Estado.
“En Nuevo León enfrentamos un gran problema de abandono en los parques y plazas, situación que ha sido constantemente reportada por los ciudadanos y visible en los medios de comunicación, como por ejemplo el Parque Libertad, Plaza La Alameda y Plaza La Purísima, en Monterrey”, puntualizó.
Las reformas aprobadas contemplan que los municipios deberán implementar programas de arborización con especies nativas, con el fin de mejorar la calidad del aire, preservar la biodiversidad y mitigar los efectos del cambio climático. Además, la Secretaría de Medio Ambiente tendrá la responsabilidad de supervisar las acciones de manejo y cuidado del arbolado urbano, así como de promover campañas de reforestación en zonas con baja cobertura vegetal.
Con esta medida, el Congreso del Estado reafirma su compromiso con la sustentabilidad y la protección del entorno natural, impulsando políticas que promuevan un Nuevo León más verde, habitable y consciente del valor de su patrimonio ambiental.