En una reñida elección, Donald Trump obtuvo 277 votos electorales necesarios para asegurar su regreso a la Casa Blanca, superando el umbral de 270 votos que define la victoria. Con un enfoque constante en la seguridad fronteriza y la migración, Trump se alzó con triunfos clave en estados como Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y, recientemente, Wisconsin.
Desde el Palm Beach Convention Center, Trump celebró su victoria con un discurso ante sus seguidores, prometiendo una «nueva era dorada» para Estados Unidos. “Este ha sido el movimiento político más grande, y ahora lo llevaremos a otro nivel de importancia porque vamos a sanar al país”, afirmó Trump, quien también destacó su compromiso de “arreglar nuestras fronteras” y enfrentar desafíos internos.
Trump prometió gobernar bajo el lema “Promesas hechas, promesas cumplidas”, asegurando a sus simpatizantes que se mantendrá fiel a sus compromisos de campaña. «Como en mi primer mandato, no defraudaré al pueblo estadounidense y haremos grande al país de nuevo», declaró.
Ante el panorama favorable, mandatarios de todo el mundo, como Emmanuel Macron, Benjamin Netanyahu y Volodímir Zelenski, han extendido felicitaciones a Trump por su virtual triunfo.
El próximo mandato también introduce cambios significativos, ya que J.D. Vance será vicepresidente, quien respalda la idea de un muro fronterizo con México y el uso del Ejército para combatir el narcotráfico en América Latina. En sus últimos días de campaña, Trump reiteró la posibilidad de imponer aranceles a exportaciones mexicanas si el país vecino no colabora en frenar el tráfico de drogas y la migración indocumentada.
Además de la Casa Blanca, el Partido Republicano habría obtenido el control de la Cámara de Representantes y el Senado, consolidando así una mayoría que podría facilitar la implementación de la agenda de Trump en los próximos años.