Filadelfia ejecutó sin errores y su defensa maniató a Patrick Mahomes, quien se quedó con las ganas de hacer historia en el Super Bowl LIX. Las Eagles aplastaron 40-22 a los Chiefs, evitando que se convirtieran en el primer tricampeón en la era del Super Bowl.
Jalen Hurts demostró que es un quarterback de élite y un líder nato, guiando a su equipo a la revancha dos años después de la derrota en el Super Bowl LVII. Hurts finalizó con 221 yardas por pase, dos envíos de touchdown, una intercepción y, además, fue el líder terrestre de su equipo con 72 yardas, superando a Saquon Barkley, quien solo sumó 57.
El partido se definió en los primeros dos cuartos, ya que al medio tiempo Filadelfia tenía una ventaja de 24-0. Mahomes vivió una pesadilla en la primera mitad, sufriendo dos intercepciones, una de ellas devuelta hasta las diagonales.
Aunque el quarterback de los Chiefs maquilló sus números en el último cuarto con dos pases de anotación en «garbage time», no pudo evitar la debacle. Mahomes fue capturado seis veces, perdió un balón y terminó con 257 yardas, tres pases de touchdown y dos intercepciones, para un rating de 95.4.
Filadelfia conquistó su segundo Super Bowl, el primero desde la temporada 2017, cuando frenaron a los Patriots de Tom Brady.