Las montañas de Monterrey, arquitectónicamente diseñadas por la naturaleza, son testigo de eventos geológicos mundialmente conocidos y leyendas localmente populares.
La primera vez que escuché sobre el Hombre Pájaro fue en un programa de televisión nocturno que hasta la fecha se transmite en la ciudad. En este programa había una sección especial sobre temas paranormales que yo, con apenas cinco años, escuchaba en la oscuridad y veía con un solo ojo por el hoyito de una sábana. Desde entonces esta figura humanoide fue recurrente en mis pesadillas y para mi fortuna, veinte años después trabajé haciendo una cartografía geológica al pie de su guarida, la Cueva de los Murciélagos.
La historia versa sobre un hombre con forma de pájaro, o un pájaro con forma de hombre, que sobrevuela las montañas del área metropolitana de Monterrey. Sus avistamientos más comunes han sido en la zona de La Huasteca, el Obispado, el Cerro del Topo Chico y sobre todo cerca de su guarida, en la Presa de La Boca en Santiago.
La Cueva de los Murciélagos, en donde se dice que está la guarida del Hombre Pájaro, se ubica geológicamente en la porción central de la Sierra del Cerro de la Silla que forma parte de la cadena montañosa Sierra Madre Oriental.
Lo que podemos ver en la superficie de la sierra son principalmente rocas sedimentarias, como calizas, lutitas y areniscas, depositadas en su mayoría durante la Era del Mesozoico. Para que hoy en día estas rocas estén expuestas ocurrieron las orogenias Sevier y Laramide, consecutivamente. Una orogénesis u orogenia es el proceso de la formación de montañas.
Una historia geológica más detallada de la Sierra Madre Oriental, o del también llamado Orógeno Mexicano, la puede usted encontrar en el artículo de la Dra. Fitz y colaboradores (2017) The Cretaceous-Paleogene Mexican orogen: Structure, basin development, magmatism and tectonics.
Las cuevas, como en la que presuntamente habita el Hombre Pájaro, suelen formarse por la disolución de las rocas por parte de agua ligeramente ácida, sin embargo, esta cavidad es principalmente producto de actividad minera.
Las rocas que componen la Cueva de los Murciélagos son calizas que se observan como bloques grandes, a los que llamamos estratos. Todos estos estratos forman lo que en geología se conoce como Formación (un conjunto de rocas de composición, edad y estructuras similares). La de esta cueva se llama Formación Tamaulipas Inferior.
Adicionalmente, esta cueva le debe su nombre a los más de cinco millones de murciélagos que la habitan que, a diferencia del Hombre Pájaro, sí tienen registro científico de su existencia. Aunque estos también puedan provocar pánico y temor, los murciélagos son agentes polinizadores y una parte importante del ecosistema.
Así, que la próxima vez que usted vaya a degustar unos tosti-elotes a la orilla del arroyo la Chueca, asista a la ahora empapada Presa de la Boca, o acuda a las aguas termales del Bañito, pensemos en cómo se formó esta guarida. Aunque, también, podría ser el Hombre Pájaro el arquitecto de su propio hogar.