Norberto Maldonado, experto en tecnología, cuestiona la relevancia del Día de la Abstinencia Digital en la actualidad, considerando que el mundo está profundamente hiperconectado. Esta fecha, creada originalmente para equilibrar los hábitos de consumo digital, hoy parece desactualizada, ya que el uso de tecnología ha evolucionado enormemente.
En México, el uso de dispositivos móviles es masivo, con un promedio de ocho horas diarias frente a la pantalla, lo que coloca al país en el tercer lugar mundial en cuanto al uso de dispositivos móviles, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Además, un 91.5% de los mexicanos utiliza su celular para redes sociales y 88.1% para entretenimiento. Este fenómeno es especialmente marcado entre los adolescentes, quienes, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH-INEGI), dedican casi cinco horas a la navegación en línea.
Maldonado resalta que el verdadero problema no radica solo en el tiempo frente a la pantalla, sino en cómo esos espacios digitales están reemplazando la oportunidad de crecer y aprender. El especialista subraya que desconectarse por un día no tiene un impacto real si no se cuestionan y transforman los hábitos digitales en el largo plazo.
Replanteando la Abstinencia Digital
El experto propone replantear el concepto de abstinencia digital para que se convierta en una estrategia de educación digital sostenible. En lugar de un día de desconexión, sugiere que se adopte una política constante de uso inteligente de la tecnología. Según Maldonado, el papel de la tecnología en la sociedad es fundamental, por lo que no podemos simplemente ignorar su impacto.
Formación y Uso Inteligente
Maldonado destaca iniciativas como las de la Fundación Kooltivo, que permiten a los ciudadanos aprovechar la tecnología para el aprendizaje y el desarrollo profesional. Así, invita a la sociedad a reflexionar sobre sus hábitos digitales y a pensar en cómo mejorar el uso de la tecnología para tener un impacto positivo en las condiciones laborales, económicas y sociales.
“En lugar de un día de abstinencia digital, pensemos en cómo cada día podemos hacer un mejor uso de nuestra conexión digital“, concluye Maldonado.