El diputado local Glen Villarreal y Cosijoopii Montero, director de Reforestación Extrema, solicitaron que el Congreso del Estado dé continuidad a la Ley de Arbolado Urbano, presentada el 22 de septiembre, con el fin de actualizar la regulación sobre protección y manejo del arbolado en Nuevo León.
La propuesta busca que la instalación de nuevos árboles sea considerada una actividad regulada, al igual que la poda o el derribo, garantizando que se elijan especies adecuadas y que su desarrollo a largo plazo esté asegurado. Ambos señalaron que la falta de reglas claras ha provocado plantaciones inadecuadas, afectaciones a la infraestructura urbana y una baja supervivencia del arbolado.
Uno de los ejes de la iniciativa es la profesionalización de quienes realizan intervenciones en árboles, obligándolos a contar con capacitación técnica y conocimientos ambientales. También establece que cualquier persona, empresa o institución que dañe un árbol deberá reponerlo física o económicamente en un máximo de 30 días, en un punto cercano o donde genere mayor beneficio ambiental.
El proyecto incorpora además un sistema de certificación para viveros y vendedores, con trazabilidad obligatoria para asegurar la calidad y origen legal de los ejemplares plantados. También moderniza los procesos de autorización municipal relacionados con arbolado, introduciendo criterios de revocación, homologación y nulidad para dar mayor orden y transparencia.
Villarreal destacó los beneficios de una ciudad más verde:
“Una calle arbolada puede reducir la temperatura entre seis y ocho grados. Ciudades como París o Portland ya demostraron que es posible crecer sin perder naturaleza”.
La reforma permanece en análisis dentro de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable.




