Tras rendir protesta como el 47º presidente de los Estados Unidos, Donald Trump delineó una ambiciosa agenda ejecutiva con el objetivo de implementar cambios significativos en política migratoria, energética, económica y social.
Durante su discurso inaugural en la rotonda del Capitolio, Trump declaró: “Hoy es el día de la liberación para nuestra nación. Iniciaremos una nueva era dorada, donde restauraremos la seguridad, la prosperidad y el respeto internacional de los Estados Unidos”.
Entre las primeras acciones, Trump destacó la firma de una orden para declarar una emergencia nacional en la frontera con México y la reinstauración de políticas como «Quédate en México». Además, anunció la designación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras y un plan para combatir la inmigración ilegal, incluyendo el envío de tropas a la frontera sur.
Otras medidas incluyen:
- Renombrar el Golfo de México como Golfo de América.
- Retomar el Canal de Panamá bajo control estadounidense.
- Retirarse del Acuerdo Climático de París.
- Fortalecer la libertad de expresión y prohibir la censura gubernamental.
- Establecer como política oficial del gobierno la existencia de dos géneros: masculino y femenino.
Trump también destacó su intención de liderar una nueva carrera espacial, afirmando que Estados Unidos plantará su bandera en Marte como parte de su “destino manifiesto en las estrellas”.
Un nuevo enfoque en seguridad y justicia
El presidente anunció la creación de nuevas políticas para enfrentar el crimen y la inmigración, entre ellas:
- Implementar la pena de muerte para crímenes graves, como el asesinato de agentes del orden.
- Reforzar el poderío militar y restaurar la producción nacional para combatir la crisis inflacionaria.
- Terminar con las regulaciones consideradas “radicales” que afectan a la industria energética y la vida cotidiana de los ciudadanos.
Reacciones mixtas ante el discurso presidencial
El anuncio generó una ovación de pie en el recinto, incluso de algunos demócratas, mientras los líderes de la oposición señalaron preocupaciones sobre el impacto de las medidas en derechos humanos y relaciones internacionales.
Trump concluyó su mensaje afirmando que su administración marcará un punto de inflexión para el país: “Desde este momento, el declive de Estados Unidos se termina. ¡La grandeza de nuestra nación ha vuelto!”.