Viridiana Tovar no puede dejar de sonreír, aunque nerviosa por una de sus primeras entrevistas, la regidora de Monterrey por MORENA, deja una cosa en claro: que su mayor pasión en la vida es servir.
Nacida en la colonia La Escondida, en Monterrey, a Viri le han tocado una serie de retos que ha sabido sortear desde que era adolescente, cuando se convirtió en mamá por primera vez.
“Mi mamá no me ayudaba con la niña, me decía querías tener una niña, órale”, recuerda la regidora a la jovencita de 14 años.
“Pero ahora se lo agradezco porque me hubiera hecho la vida muy cómoda y no hubiera llegado hasta donde estoy”.
La regidora siempre ha estado cerca de la gente, a ella le gusta andar en territorio por complicado que sea y eso le ha traído grandes satisfacciones entre las que destaca el reconocimiento de los vecinos.
Ha conocido miles de historias, muchas de ellas la han dejado marcada, pues en automático se involucran en problemas que no son de ella, pero su
“medicina” para no desistir de su tarea es tener bien claro que el trabajo que realiza es por su familia.
“Yo vengo desde abajo, a mí me gusta andar con la gente ver sus necesidades, porque yo también las tuve y las tengo, entonces sé lo que ellos están viviendo.
“Muchas veces solo necesitan ser escuchados, anduvimos en campaña y hemos vuelto, le damos seguimiento a los problemas y la gente queda muy agradecida con eso”, mencionó.
“La gente confía en mí”
Esa cercanía que Viridiana ha logrado al recorrer colonias enteras a lo largo de los años le han ganado una confianza con la población.
“La gente me busca porque me tiene confianza, saben que yo también puedo tener problemas como cualquier persona, pero yo los dejo en la casa y me pongo a trabajar.
“A veces me dicen ‘oye tú no tienes problemas’ porque siempre estoy sonriendo, pero esto es lo que me gusta hacer, servir”.
Hoy desde el Cabildo de Monterrey sigue velando por la sociedad regiomontana cobijada por una bancada en crecimineto y que la puede impulsar en su naciente carrera política.







