El Museo MARCO presta su espacio a tres artistas contemporáneos consolidados en la escena nacional e internacional y nos entregan Contracultura de parte de Omar Gámez, Tania Candiani y Zhivago Duncan, de la mano de la curaduría de Taiyana Pimentel.
Lo contracultural se refiere a aquellos gestos transgresores, de resistencia que caracterizaron a la segunda mitad del siglo XX. A partir de sus herramientas y técnicas particulares retoman este concepto con visiones desde el siglo XXI. Esta exposición aspira a crear nuevos tejidos artísticos para contar una gran antología visual.
Propuesta en blanco y negro
El primer artista Omar, abre la exposición con una fotografía monumental en blanco y negro llamada Monterrey Self-Portrait, donde el cemento pareciera tomar la forma de las montañas que son características de la ciudad que, irónicamente, son de éstas donde se extrae el material.
La segunda sala registra fotografías de la serie de flores que inició desde 2016. El proceso de tanto escoger las flores hasta la construcción de los arreglos fue realizado junto a conocidos y amigos cercanos de Gámez, todos hombres.
A través de este palpar se encuentra una dialéctica entre la delicadeza y belleza que nos remiten los arreglos fotografiados contra estas categorías otorgadas de la masculinidad que son justamente contrarias a las de una flor.
Las mujeres en el espacio público
En Manifestantes, comenzada en 2017, Tania retrata imágenes de actoras políticas tomando la calle para hacer frente al sistema opresor en contra de la mujer.
En los cuadros se observan a policías o agresores quienes son con los que se ven confrontadas las mujeres en el espacio público cotidianamente, estas figuras masculinas son pintadas sobre el negro fondo, apenas resaltando su existencia en la pintura pues en esta obra la mujer es la protagonista; sin embargo, en la realidad, éstos no dejan de ser actores negativamente disruptivos.
Las manifestantes en los lienzos son dibujadas a partir de hilo blanco. Este bordado que atraviesa funciona como un acto brutal sobre la tela, así como son las acciones realizadas por el patriarcado contra las que luchan estas mujeres. Así haciendo uso de una técnica artística específica, es tanto una respuesta a quienes ejercen violencia sobre ellas y desde una postura totalmente distinta, la aguja de Tania penetra permanentemente en el sistema.
“Es importante decir que de una manera funciona como archivo hemerográfico vivo, los títulos de las piezas incluyen el lugar en donde fue la marcha, sí hay un título por la marcha en específico, la fecha y sí hay un crédito de quien tomó la foto. Esto me parece importante mencionarlo porque cuando vemos las fotos en prensa al día siguiente hay una especie de fade out, ya no están presentes porque no es la actualidad, estas piezas son actuales porque suceden todos los días“, señaló Tania.
El arte de la cerámica
La última serie Primitivismo Romántico por parte de Zhivago reúne particularmente piezas de cerámica que trabaja en un taller en Cuernavaca. Tomando una técnica de alfarería japonesa, el artista ilustra el proceso que en parte consiste en pasar las piezas por temperaturas muy altas al punto de que cuando se sacan del calor éstas casi se quiebran, generando un craqueo en los jarrones. Como resultado, tenemos piezas que son únicas por sus líneas espontáneas.
El artista usa esta técnica para describir el estado de la sociedad, que él caracteriza como una que siempre está en los límites a punto de quebrarse por las distracciones y conflictos sociopolíticos que crean estas grietas en el suelo, el cual nos recuerda es de todas y todos.
“El material es muy relevante para mí porque en cada mitología, en cada historia de la creación el ser humano viene del barro, estamos formados de los dioses o del universo del barro. Venimos de la tierra“, relató Duncan.
El artista reflexiona sobre el origen de tanto natura como cultura a partir de dos salas, una negra y una blanca, las cuales coleccionan sus piezas de cerámica. Los cuartos enfatizan este contraste entre la oscuridad y la claridad, la intención del artista es trazar esa nada que existía antes del comienzo de todo, esa explosión que nos concedió la naturaleza, y a la humanidad le otorgó la herramienta del instinto como la conciencia.
Sus obras llaman a abrazar este inexorable vínculo: el instinto nos recuerda de dónde venimos y la conciencia es la mente y corazón que lo comprende.
Las tres propuestas se hilan coherentemente para tejer un umbral que contiene a cada una de sus visiones. Éstas colindan entre sí y el puente que las une es la memoria colectiva y el sentido de empatía inherente de todo ser humano.
La muestra abre este viernes 29 de noviembre para todo público y permanecerá hasta el domingo 6 de abril de 2025.
Texto: Jimena Villarreal