Llegar a 35 años de compartir en el escenario su propuesta en Nuevo León, México y el mundo es para el Ballet Folklórico Fiesta Mexicana un motivo de orgullo
El colorido de sus trajes y los amplios vestuarios de su cuerpo de baile femenino, un sello distintivo de la agrupación dirigida por el maestro Gerardo de Jesús Mendoza Jiménez, volvieron a escena y ello atrajo la mirada de cientos de personas se dieron cita en el espacio de Conarte la noche del sábado.
En Nuestra historia…, se conjugaron la energía de hombres y mujeres, todos ellos de diversas generaciones del BAFOFIM, como también se le conoce a la agrupación, con el gusto por hacer que el público pasara un buen momento al verles en acción con su muestra de tradiciones dancísticas de varias localidades de México.
Narración incluida
A manera de narración, un grupo de jóvenes dieron voz a los alumnos y alumnas del maestro Mendoza Jiménez al recordar los pasajes que vivieron al interior del ballet, en su paso por los salones de ensayo de la Escuela Normal “Miguel F. Martínez”; las anécdotas y vivencias surgidas desde 1987 a la fecha, se sucedieron a lo largo de la función, entre un cuadro y otro.
Alegorías veracruzanas fue el aperitivo con el que el Ballet Folklórico Fiesta Mexicana dio la bienvenida a los asistentes, entre ellos como invitados especiales, ex integrantes de la agrupación, así como familiares, amistades de todo el tiempo y público en general.
En un Paseo por la huasteca potosina, así como en Sones y colores de Apatzingán, la destreza en el zapateado fue de lo más destacado sobre el escenario, particularmente de los varones al bailar sobre una pequeña caja de madera; la sincronía en la ejecución de la danza en Vírgenes de la Semana Santa fue también un elemento distintivo que permitió al público entrar en un estado de paz con una coreografía monocromática en sus vestuarios y accesorios.
Punto y aparte
La danza referente a la prehispanidad en México, en Dioses de la madre tierra, en la que explotó el colorido y la vitalidad del baile al son del tambor. Pasó el turno de los bailes guerrerenses De la Costa Brava, la más brava.
Si en ¡A Chihuahua a un baile! fue una probadita del folclor norteño, en la primera parte del espectáculo, en la segunda, el folclor de Nuevo León llegó a confirmar el por qué el BAFOFIM ha logrado tener un sello distintivo, el mismo que ha mostrado en Francia, Italia, Estados Unidos, Colombia, Brasil, Chile, entre otros países a donde ha acudido como parte de festivales internacionales.
“(La danza) es esta parte de mi vida es la que le da fuerza a mi trabajo de diario. Soy maestro por 50 años, he sido maestro de primaria, secundaria, preparatoria licenciatura y esto es lo que nutre mi vida para poder continuar adelante.
“A lo mejor pareciera que es un eslogan el decir que somos una gran familia, pero somos una gran familia. Durante todo el tiempo ha habido personas que colaboran conmigo en el trabajo; puedo hablarles de Alfredo Delgado, Emilio Urésti, Doroteo Martínez, Irma Alicia Zavala, Clara Ramírez y de muchos que durante cada época han ido apoyando el trabajo que realizamos en organización, en administración, en desarrollo artístico”, dijo Mendoza Jiménez, al término de la función.
El siguiente compromiso del BAFOFIM es su participación en el Mitote Folklórico, muestra de danza folclórica organizada por Conarte, informó el maestro Mendoza Jiménez.
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