Las flores, los pasteles, los regalos y las salidas a comer con la persona que te dio la vida es lo más común en México el Día de las Madres.
¿Pero sabes por qué se celebra este día?
Aunque el origen del Día de las Madres se remota hasta la antigua Grecia, en donde los primeras evidencias de un festejo así fue hacia la diosa Rea, madre de Zeus.
La tradición se fue deformando, obviamente la iglesia tenía que intervenir y la adoptó como un festejo para la Virgen María hasta llegar a 1865, cuando la poetisa estadounidense Julia Ward Howe realizó manifestaciones de carácter religioso junto a madres víctimas de la Guerra Civil estadounidense.
Propuso conmemorar el día como acto de reconciliación. Con ello, la reconciliación entre las madres víctimas se comenzó a conmemorar cada año en Boston.
La activista Ann Jarvis decidió replicarlo el fenómeno en Virginia. Al morir en 1905, su hija quiso hacer un homenaje a la labor de su madre y comenzó a conmemorar el Día de las Madres el segundo domingo de mayo, fecha aproximada al aniversario luctuoso de su madre.
El presidente estadounidense Woodrow Wilson tomó la iniciativa y el Día de las Madres quedó oficializado en 1914.
¿Una afrenta al feminismo?
La celebración se importó a México en 1922, cuando Rafael Alducín, director del periódico Excélsior la promovió y fue secundado por el entonces Secretario de Educación José Vasconcelos, la Cruz Roja y la Iglesia Católica.
Pero sospechosamente este movimiento coincidió con el movimiento feminista que tenía lugar en Yucatán.
El discurso era sobre la familia tradicional y resaltando el papel de la madre, pues las feministas exigían el uso de preservativos y la decisión de tener o no descendencia.
El gobernador de aquel estado era Felipe Carrillo Puerto y el movimiento feminista se fortaleció, pero los conservadores iniciaron una campaña para contrarrestar el movimiento “inmoral” en favor de la procreación.
Finalmente, el 10 de mayo se impuso ante la temprana oleada feminista mexicana. Entre las actividades realizadas por el periódico Excelsior se encontraban festivales que premiaban la maternidad prolífica y abnegada. Además, dicho periódico también sugirió la construcción del Monumento a la Madre, cuya construcción finalizó en 1949 bajo el lema “que nos amó antes de conocernos”.
La celebración ha superado todas expectativas y ha logado unir a familias enteras por encima de cualquier otra festividad.
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