En un mundo donde la agricultura sostenible y la economía circular son más urgentes que nunca, la startup Bioram ha sido seleccionada para llevar a cabo una prueba piloto dentro del programa Green Challenge HEINEKEN México, una iniciativa que busca impulsar soluciones innovadoras frente a los desafíos ambientales actuales.
Este modelo permite probar e implementar soluciones sustentables en campo, alineadas con los objetivos de la compañía de alcanzar cero emisiones para 2030 y 2040. Con ello, HEINEKEN México fortalece su apuesta por la innovación abierta y el trabajo colaborativo con el ecosistema emprendedor, evolucionando de la incubación a la implementación real de proyectos de impacto ambiental.
Carlos Muñoz, representante de Bioram, compartió la visión, el origen y el impacto de este proyecto biotecnológico.
“Somos un laboratorio de biotecnología que busca regresarle a la tierra lo que nos da. Desde hace tres años, Bioram ha trabajado en revalorizar subproductos agrícolas, en especial aquellos generados durante el proceso de elaboración de cerveza, como los residuos de cebada, para transformarlos en biofertilizantes orgánicos de nueva generación”, explicó.
Desecho transformado en bioestimulante
El enfoque de Bioram, proyecto que fue seleccionado entre 13 propuestas, se basa en purificar subproductos considerados desechos para convertirlos en biocomponentes de nutrición vegetal, totalmente libres de químicos.
“No usamos un solo gramo de químicos”, recalca Muñoz.
Estos compuestos, aplicados directamente en plantas vivas, estimulan su crecimiento y permiten obtener un mejor grano para el proceso de fermentación, cerrando así un ciclo virtuoso entre la cebada, la cerveza y el campo.
La propuesta tiene un impacto doble: por un lado, reduce la cantidad de residuos industriales y, por otro, sustituye fertilizantes químicos por soluciones orgánicas, derivadas del propio proceso productivo de la cebada.
Biotecnología e innovación
Muñoz, originario de Aguascalientes, ha trabajado por años en el desarrollo de composta y fertilizantes naturales y cuando nace Bioram lo invitan a participar por su experiencia en la formación de compostas.
Bioram tenía el reto de subir el nivel de especialización, de buscar nuevas alternativas, y hace tres años comienza con este tipo de investigación.
“Es la primera vez que participo en un programa de aceleración, siempre me había dedicado a trabajo de campo y todos los desarrollos los aplicaba directamente con los clientes. Pero una vez que comencé a trabajar con Bioram, llegó el momento para el desarrollo de estas investigaciones y participar en este tipo de convocatorias, donde hay retos en agricultura; fue una conjugación de preparación de varios años de experiencia con esta oportunidad y así se da la convergencia”, advirtió.
Reconoce que Bioram compartía su misma visión: soluciones sostenibles, sin químicos y con un alto nivel de especialización tecnológica.
La empresa, que opera en Querétaro y cuya planta piloto está ubicada en San Miguel de Allende, ha sido hasta ahora financiada por sus propios fundadores: dos familias que decidieron apostar por la innovación ecológica desde lo local.
Aunque esta es la primera participación de Bioram en un programa de aceleración, Muñoz ve en el Green Challenge de HEINEKEN una plataforma ideal para demostrar la efectividad de sus desarrollos, escalar su impacto y la posibilidad de aplicar sus soluciones a gran escala.
HEINEKEN suma a su cadena de valor
La fase Venture Client implica un acompañamiento activo de HEINEKEN México y el IncMTY, trabajando de la mano con startups para adaptar, implementar y evaluar sus soluciones en un entorno operativo. Además del financiamiento o la mentoría, este enfoque permite validar la innovación en campo, generar datos concretos de impacto y abrir oportunidades de escalamiento a través de la cadena de valor de la compañía.
“Esto es un proceso en la evolución de la innovación abierta, de cómo una compañía como HEINEKEN México, preocupada por minimizar su impacto, su huella de carbono, generar mejores relaciones con el medio ambiente; desarrolla este proceso en el cual busca innovación por fuera de sus paredes, de sus equipos, para traerla dentro de su cadena de valor, y eso es exactamente lo que es este proceso de Venture Client”, explicó Ulrick Noel, Director del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera del Tecnológico de Monterrey.
Este avance representa un paso relevante dentro del ecosistema de innovación corporativa en México, al promover una relación más colaborativa entre grandes empresas y emprendedores, orientada a la prueba y adopción de propuestas con aplicación práctica.
“Este piloto representa una evolución natural del HEINEKEN Green Challenge tras siete años de impulsar el emprendimiento. Buscamos generar un impacto ambiental y social, por ello, es fundamental trabajar en colaboración con aliados y expertos, generando resultados tangibles para las startups, las empresas, las personas y el planeta”, señaló Inti Pérez, directora de Sustentabilidad y Responsabilidad Social Corporativa de HEINEKEN México.