El Cerro del Obispado es una loma que combina historia, geología y biodiversidad, haciendo de este lugar un emblema de Monterrey. Desde su icónico Palacio del Obispado hasta la fauna y flora que lo habitan, hace a este cerro un espacio donde convergen la cultura y la naturaleza, recordándonos la importancia de conservarlo frente a los desafíos del crecimiento urbano. Además, debemos recordar que es un área natural protegida.
Un legado histórico
Anteriormente era llamada “Loma de la Chepe Vera” debido a que las tierras aledañas pertenecían a José Vera. El Cerro del Obispado alberga al Palacio del Obispado, una construcción del siglo XVIII que fue refugio religioso y punto estratégico en varios conflictos históricos, ejemplos de estos son la Intervención Estadounidense en 1846 y la Revolución Mexicana. Actualmente este edificio es el Museo Regional de Nuevo León, que refugia al pasado regiomontano, siendo un símbolo de identidad cultural para la ciudad. Además, sobre él ondea la bandera de nuestro país, en el mirador asta bandera ofreciendo una vista panorámica de nuestra ciudad.
Hijo de la Sierra Madre Oriental
Desde el punto de vista geológico, el Cerro del Obispado forma parte de la Sierra Madre Oriental y está compuesto principalmente de un tipo de roca conocido como caliza, cuya formación se remontan al Cretácico Superior, cuando las tierras regias se encontraban en el fondo oceánico.
Biodiversidad en el corazón de la ciudad
Además de su historia y geología, el Cerro del Obispado es un refugio de biodiversidad. De acuerdo con el portal inaturalist, en sus laderas habitan numerosas especies de fauna, como el tlacuache (Didelphis virginiana), el zorrillo rayado (Mephitis macroura) y murciélagos que ayudan al control de plagas y la dispersión de semillas. Además, habitan aves como el cenzontle norteño (Mimus polyglottos), la calandria (Icterus pustulatus) y el halcón peregrino (Falco peregrinus). Esta fauna encuentra sustento en la flora local, que incluye mezquites, nopales y lechuguillas, adaptados al clima semiárido y que son esenciales para prevenir la erosión.
Retos y oportunidades para la conservación
Actualmente el Cerro del Obispado se enfrente a amenazas como la urbanización, contaminación y el impacto del turismo. Estas actividades no distingues riqueza natural y cultural, en cambio, afectan al ecosistema como a los elementos históricos y geológicos del Cerro del Obispado. Es fundamental que como comunidad nos alertemos sobre su situación actual y ser más conscientes de la interacción humano-cerro que vivimos los regios diariamente.
Un ícono que conecta pasado, presente y futuro
El Cerro del Obispado es espacio donde la historia, la ciencia y la naturaleza se unen para contar una historia que abarca millones de años, desde que nuestro geográfica se comenzaba a formar, hasta nuestro paso como humanos.
El deber ser consta de garantizar que las futuras generaciones de regios puedan disfrutar de su riqueza y conocerlo en su todo su esplendor: como un legado cultural, como un laboratorio geológico y un refugio de vida silvestre en el corazón de la Sultana del Norte.
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