La salida de Martin Anselmi del Cruz Azul por la puerta de atrás fue el caso más mediático de los últimos días. El entrenador viajó a Portugal para fichar con el Porto aparentemente sin autorización de los directivos “La Máquina“.
Actualmente los cementeros de pantalón largo ya están preparando un caso para aplicar un incumplimiento de contrato por parte de argentino. Considero que no son las formas de irse, sin embargo, tampoco lo culpo.
Sin duda es una gran ilusión dirigir al Porto de Portugal, un equipo que pelea las clasificaciones de la Europa League, que en el peor de los casos desembarca en la Conference League, y que se encuentra en una liga de gran nivel contra equipos como el Benfica, Sporting, Braga, entre otros.
A sus 39 años es más joven que incluso algunos jugadores, como el portero mexicano Jesús Corona; incluso es de la misma edad que Nahuel Guzmán. Para nada lo culpo, es un gran sueño europeo y aparte es un gran entrenador, hizo jugar al Cruz Azul “muy bonito” en México, pero no ganó nada, casi casi como Lavolpe.
Pero, ¿por qué el desprendimiento tan fácil de la liga mexicana?
Poco qué ofrecer en México
Aparte de que Anselmi nunca conectó, sentimentalmente (Como Gignac con Tigres o incluso parece que Jardine con el América), en la liga mexicana realmente hay muy poco que ofrecer.
Es un torneo que tiene pocas jornadas y que el campeón no siempre es el que mejor jugó durante toda la competencia. Esto le pesó a Anselmi, ya que tras reforzar al Cruz Azul perdió dos liguillas contra un América que hasta clasificó en repechaje.
Además, los premios económicos por campeonar en México no son estratosféricos como en Brasil o Europa. Tampoco tenemos competencias atractivas como la Libertadores o mínimo una Copa Mx, que créanme, ayuda mucho a un entrenador; acá nos conformamos con la Concacaf y que interrumpan el torneo en la jornada 3 por jugar la Leagues Cup (la pretemporada estadounidense).
De esto, a tener la posibilidad de clasificar a la Champions League, pues bueno, hasta me ahorro la respuesta.
Ya ocurrió y seguirá sucediendo
Pocas veces tenemos bombazos en la Liga Mx y recuerdo que justo en la época de Anselmi, el Cruz Azul buscó al histórico uruguayo, Luis Suárez, mismo que rechazó a “La Máquina“ y prefirió ir al Gremio de Brasil.
Las razones por las que “Lucho“ rechazó a México, fueron por las mismas que ya mencioné. No hay mucho qué ofrecer. Así ha ocurrido con muchos jugadores y entrenadores, son pocos los que llegan y si llegan es por algo.
Por ejemplo, André Pierre Gignac era el segundo mejor goleador de Francia por debajo de Zlatan Ibrahimovic cuando llegó a Tigres ¿Qué lo llamó? La participación de Tigres en la Copa Libertadores, luego se “enamoró“ de la plaza, pero eso ya es otra historia.
Ahora vemos grandes jugadores como Sergio Canales, James Rodríguez, y hasta suena Sergio Ramos, pero, ¿qué tienen estos tres jugadores en común? Están dentro de los equipos que participarán en el Mundial de Clubes en verano, eso es una buena moneda de cambio.
Pero de ahí en fuera, son pocas las piezas trascendentales, en el plano internacional, que lleguen a México porque les gustó algún equipo. Realmente sólo los regios, América y Cruz Azul pueden ofrecer sueldos europeos, como para Oliver Torres, Florian Thauvin, entre otros que han llegado por eso, pero hasta ahí.
Quienes buscan lo deportivo, aparte del dinero, naturalmente no llegan a México. Por eso jugadores como Marcelo, Memphis Depay, Cavani, entre otros, emigraron a Brasil y Argentina.
Y seguirá sucediendo, mientras que el nivel de la competencia no mejore en nuestro país.