En México, la tecnología ha dado un giro crucial a las finanzas personales y el emprendimiento. Herramientas digitales e inteligencia artificial (IA) han revolucionado la forma en que las personas ahorran, invierten y administran su dinero, aunque persisten retos como la desigualdad financiera y la falta de bancarización.
Transformación digital en las finanzas
Norberto Maldonado, experto en innovación digital, señala que la IA no solo optimiza las finanzas, sino que también fomenta un ecosistema más inclusivo. Sin embargo, advierte que la inclusión financiera no solo implica acceso a cuentas bancarias, sino también educación para tomar decisiones informadas.
Según la CNBV, el 68% de los adultos mexicanos tiene acceso a productos financieros formales, pero las brechas de género y desigualdad persisten. Aquí es donde la tecnología puede cerrar estas brechas al ofrecer soluciones accesibles y eficaces.
IA como aliada en finanzas personales y emprendimiento
Maldonado comparte cinco maneras de integrar la IA en la vida financiera y empresarial:
- Automatización de presupuestos y ahorros: Aplicaciones como Mint o YNAB emplean IA para analizar gastos e ingresos, ofreciendo sugerencias personalizadas para ahorrar.
- Inversiones automatizadas: Robo-advisors como Betterment gestionan inversiones con algoritmos avanzados, optimizando rendimientos con bajos costos.
- Chatbots financieros: Herramientas como Cleo responden dudas y brindan asesoría en tiempo real sobre ahorro y deuda.
- Validación de ideas de negocio: Emprendedores pueden usar IA para analizar tendencias y desarrollar estrategias con herramientas como ChatGPT.
- Educación financiera personalizada: Plataformas educativas como Khan Academy ayudan a mejorar habilidades financieras adaptándose a las necesidades del usuario.
Desafíos y oportunidades
Aunque la IA democratiza el acceso a herramientas financieras, Maldonado enfatiza la importancia de actuar con cautela: “El acceso a estas plataformas no debe llevarnos a decisiones impulsivas. Es fundamental educarnos antes de invertir”.
Con un enfoque ético y colaborativo, la tecnología puede ser un puente hacia la equidad financiera. «La clave está en cómo la utilizamos para empoderar a ciudadanos y emprendedores», concluye Maldonado.