En medio de una semana paralizada en el fútbol mexicano por la “genialidad“ de hacer el Play-In de un fin de semana a otro, es buen momento para analizar el desempeño de los clubes en algo que le duele bastante a este país: El desarrollo de los jóvenes.
Si bien en todo el país, en todos los ámbitos y rincones, carece el impulso y desarrollo de los jóvenes, en el fútbol azteca no es la excepción. Hablemos de la “regla de menores“, esa que casi casi obliga a los clubes a debutar menores y que incluso muchos toman como molestia.
Lo preocupante
Si bien todos lograron la meta mínima de 1,000 minutos con jugadores jóvenes en activo, muchos pareciera que lo hicieron con un gran peso encima, empezando por Tigres, que fue el que menos jóvenes usó y apenas rebasó la meta con 1,006.6 minutos.
Asimismo, los equipos candidatos al título, llámese Cruz Azul, América, Monterrey, Toluca, también se vieron poco productivos en el desarrollo de jóvenes. El que tiene más minutos es La Máquina con 1,593.2.
Y seamos sinceros, de estos clubes que cada año pelean por el título, rara vez voltean a ver a los jóvenes para reforzarse temporada a temporada, y si lo hacen, lo hacen con futbolistas ya “consolidados“ como Tigres con Marcelo Flores o Cruz Azul con Luka Romero.
Esto evita que de estos equipos salgan futbolistas listos para aportar a la Selección Mexicana o mejorar un poquito nuestro fútbol con algo de talento.
El contraste
Por otro lado, pero no menos preocupante, vemos a equipos como Pachuca y Chivas liderando la tabla de minutos aportados por jóvenes. Los de Hidalgo con 3,565 y el Rebaño con 3,472.2 minutos.
Excelente por ellos y lo que aportan al fútbol mexicano, sin embargo, es notable que los que utilizan jóvenes es por una necesidad y no por una estrategia para desplegar jóvenes.
En el Top-8 vemos a equipos como Chivas, Tijuana, Puebla, Juárez, San Luis, Atlas, entre otros. Algunos superan los 2,000 minutos, pero sus equipos no dan para visibilizar el talento de estos futbolistas mexicanos que buscan una oportunidad.
Seamos sinceros, ningún equipo de estos ha dejado un gran talento en los últimos años. Los que mejor lo hacen son Chivas y Pachuca.
Los rojiblancos por su tradición y a la vez necesidad de “jugar con puro mexicano“, y tampoco contar con la infraestructura para contratar “a los mejores“, como Henry Martin, Luis Reyes, Jesús Angulo, Marcel Ruiz, entre otros.
Pero sí me pongo de pie ante los Tuzos. Desde hace más de una década se han dedicado a exportar jóvenes y lograron materializar su proyecto con Guillermo Almada en el banquillo, quien los llevó al título, lo desarmaron y después de un tiempo, restauró a su equipo y ahora vuelve a competir.
El caso de Lamine y México
En esta semana también se jugó la Champions, el duelo más atractivo fue el Barcelona vs Inter, donde pudimos ver a un jugador fuera de serie: Lamine Yamal.
Yamal, si bien es un fenómeno, es una muestra clara de cómo son los procesos en Europa para los jóvenes. Él debutó a los 15 años y está siendo toda una sensación para el Barcelona y España a los 17.
En Francia ocurrió algo similar con Kylian Mbappé, que debutó en Mónaco a los 16 años y se convirtió en un referente de todo su país. Igual Jude Bellingham que debutó con 15 años en el Birmingham City y un año posterior llegó al Real Madrid para formarse y brillar a sus 19 años.
Estos casos en México no los vemos porque “se interrumpen los procesos”, creen que hay un sudamericano consolidado mejor que algún canterano o un sinfín de barbaridades.
El último mexicano con éxito en el extranjero fue Santiago Giménez, al que incluso hay que agradecerle por elegir la bandera azteca y quien probablemente no hubiera conseguido lo que consiguió sin la gestión de un gran conocedor del fútbol mexicano como lo es su padre, “El Chaco“ Giménez.
Por Javier Ramírez.