En medio de una fecha FIFA, un “bonito“ partido entre México y Canadá, poco se habla de los cambios que hay en la Federación Mexicana de Fútbol y la Liga MX, si es que se le pueden llamar así.
El nombre en torno a lo que gira todo, es Mikel Arriola Peñalosa. Fue nombrado presidente de la Federación Mexicana de Fútbol tras la desvinculación de Juan Carlos Rodríguez y fue cuestión de días para que Mikel también fuera nombrado representante de Norteamérica en la Concacaf.
Mientras tanto, el puesto de presidente de la Liga MX se mantiene acéfalo. Suena Horacio De la Vega para tomarlo, pero aún está en veremos. Estos son cambios administrativos interesantes para los de pantalón largo, pero superficiales en la realidad e irrelevantes para los aficionados, o como ellos los ven, “los consumidores“.
Hasta ahora el formato de la liga mexicana continúa igual, no hay emoción del porqué competir, no hay descenso ni ascenso, la selección no ha mostrado nada diferente respecto a lo que se mostró en Qatar. Sólo maroma y teatro… y casas de apuestas… y polémica arbitral… y…
¿Qué pasa con Demichelis?
En esta misma columna dije que Martin Demichelis no duraría mucho más tiempo en Rayados. Hasta ahora se mantiene, pero será importante ver el cierre de temporada. Su estilo, si es que tiene uno, no convence.
No convence que teniendo un gran equipo como Rayados dependa de esfuerzos individuales de sus estrellas, mismas que parece que “le sacan las papas del fuego“ cada 15 días. “Los Sergios“ y unos cuantos más dan buenos destellos, pero hasta ahí.
Inició el torneo empatando contra Puebla, Atlas y Toluca, e incluso perdió contra Pachuca y Mazatlán. Luego sumó una racha de victorias contra equipos de menor nivel como San Luis, Santos, Querétaro y el Forge.
Ahora recién quedó eliminado de la Concacaf contra Vancouver Whitecaps, situación que casi le cuesta su puesto, pero logró un analgésico con el 1-3 en contra de Pumas en C.U, incluyendo polémica arbitral.
Seamos sinceros, el poco o mucho éxito de Demichelis en Rayados es totalmente superficial. Cuando le toque un rival de gran envergadura, tomando en cuenta que el único rival a vencer es el América, poco podrá hacer diferente a lo del torneo anterior y la final pasada.
Lo mismo con Pizarro
En Tigres todo es felicidad, con el equipo ganando, calificando y gustando con el estilo de Guido Pizarro en el banquillo. Pero como en todas mis columnas, siempre hay un PERO.
Me gusta el estilo de Pizarro, ha dosificado bien su plantel, ha innovado con el planteamiento táctico, usa perfiles “nuevos” como el joven Parra o “Juanjo“ Purata. Y ahora todo le ha funcionado.
Sin embargo, habrá que medir con la misma vara que a los de enfrente. Todo esto lo ha hecho contra rivales como el Cincinnati, Querétaro y Santos, ninguno de primer nivel. Su primera prueba de fuego será contra el tricampeón hasta dentro de casi dos semanas.
Así que a todos esos aficionados férreos de los felinos, que ya se sienten en la final, con un perfil tigre muy marcado y hasta con el clásico ganado, les digo: CALMA. Habrá que ver al “Conde“ en momentos críticos.
Por Javier Ramírez