El «romance» de Robert Dante Siboldi con Tigres inició en 1995, cuando llegó a la institución como jugador.
La situación era distinta, Tigres armaba un equipo con lo mejor del futbol mexicano para intentar evitar el descenso, pero no se logró el objetivo.
Hoy Siboldi regresa al conjunto universitario con la tare a de arreglar la problemática de resultados que empieza a comprometer el futuro del equipo en el presente torneo.
Tras la salida de “Chima” Ruiz, su excompañero de campo en el club felino, Siboldi se convierte en la esperanza de los auriazules por enderezar el camino en esta temporada.
Tigres inició bien el torneo, pero la salida estrepitosa de Diego Cocca y la llegada de Marco Antonio Ruiz, crearon una atmósfera que la plantilla no pudo superar.
Con cuatro derrotas consecutivas en casa la paciencia de los directivos terminó y cesaron al técnico interino, mismo que la afición tenía semanas pidiendo su despido.
La caída de 1-2 ante Mazatlán, el último lugar general de la competencia, fue la gota que derramó el vaso.
Siboldi se convierte en el tercer entrenador de Tigres en un mismo torneo, donde marchan en el séptimo lugar general, pero de seguir cayendo comprometerían seriamente su calificación a la liguilla del futbol mexicano.
Un histórico en Tigres
Robert Dante Siboldi llegó a defender el arco de los Tigres en 1995, logró tener una campaña exitosa, como hacía muchos años que no veían los felinos, pero no fue suficiente para evitar el descenso.
Sin embargo, el arquero sudamericano se ganó el respeto de los seguidores felinos al comprometerse a jugar con el equipo en Primera División A y regresarlos al máximo circuito en un año.
En el 97, Tigres regresó a la Primera División y Siboldi se mantuvo dos años más en la institución.