Si bien no faltó el color de la afición, el humo casa por casa debido a las carnes asadas, siento que ya tiene rato que le falta intensidad al Clásico regiomontano.
Nada más como dato, desde el mes de abril del 2018, se vieron más de tres goles en un partido de esta índole. Desde entonces, hay dos marcadores que terminaron sin goles; cuatro partidos terminaron 1-0; en dos ocasiones igualaron 1-1, y sólo ha habido dos 2-0.
En los últimos cinco años no anotan más de dos goles en cada clásico que juegan, a excepción de uno en el que terminaron 2-1. Mientras que en los últimos dos clásicos apenas los Rayados gritaron un gol.
Siento que ambos equipos dejaron de intensificar su juego en estas ocasiones, dejaron de arriesgar, y parece que solo esperan un error y una genialidad. Aquellos errores o genialidades lo recordamos en el “tirocentro” de Florian Thauvin o el golazo de Luis Romo el pasado sábado.
Pero bueno, dejando los goles de lado, que para mí no es el único y mejor parámetro, tampoco han mostrado un juego atractivo, un juego que merecería un Clásico Regio.
Pésimo juego con tintes de emoción
Solo tuvimos la genialidad, o casualidad, de Luis Romo y paramos de contar. Poco le vimos a los dos equipos; Tigres se vio desordenado y poco contundente, como siempre, mientras que Rayados pareció jugar a “medio gas”.
Los felinos arrancaron con su fórmula de presión alta, rotación de medio campistas y tirar centros a lo desgraciado, pero como vimos, no le funcionó.
Rayados neutralizó las variables de ataque predecibles de los locales y los de Monterrey intentaron contragolpear la vulnerable defensa felina pero también fueron muy erráticos.
La primera parte del primer tiempo fue auriazul, mientras que la parte final de dicho lapso fue albiazul, pero no lograron nada.
El segundo tiempo fue desastroso y cuando más veía el partido trabado en el medio campo, pues desde esa zona Luis Romo metió un golazo donde poco pudo hacer Nahuel Guzmán.
Durante los últimos minutos Tigres intentó, pero no pudo, igual que en los últimos juegos. Con esto suma cuatro partidos sin ganar, dos derrotas, dos empates y en tres no metió gol.
Los felinos salieron de los primeros cuatro lugares del torneo y suman una verdadera crisis con el “Chima” Ruiz, mientras que Rayados va con paso perfecto al mando de “Vuce”, a ver si le alcanza para el campeonato.
En el nacional, todo lo contrario
El Clásico Nacional se ha vuelto relativamente más atractivo, con marcadores abultados y goles de ambos lados.
Pero bueno, recientemente es raro ver ganar a Chivas esta clase de encuentros y el América siempre domina al Rebaño.
Hay goles y emociones, aunque como todo en el fútbol mexicano también hay errores, pero al fin de cuentas cumplen con su propósito de divertir a su gente.
No defenderé este Clásico porque el bajo nivel de Guadalajara en los últimos años lo ha hecho muy poco emocionante, pero en la cancha es entretenido verlos.
Ojalá que en los próximos años el Clásico Regio no se vuelva un partido “triste”, aunque después de la Final Regia de Liga y la Final de Concachampions entre los regiomontanos, los partidos en instancias finales son los buenos.
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