El maestro Mikhail Carbajal le apostó a los memes para captar la atención de sus alumnos de bachillerato.
Un día le pidió a uno de sus grupos llevar una canción y un meme viral para trabajar las categorías gramaticales. Esta iniciativa derivó en una página de Internet que se llama La gramática del meme que ya cuenta con más de 50 mil seguidores.
Ahora, el maestro de Español, Literatura y Filosofía recibe invitaciones a congresos y universidades para presentar su proyecto, donde presenta el meme como un recurso didáctico para las nuevas generaciones.
¿Qué opina la academia de usar los memes en clase?
El proyecto inicialmente comienza para mis estudiantes, después los contenidos fueron ellos para un público de estudiantes de Letras, un humor un poco complejo, y es cuando comienzo a simplificar los temas y me parece abrumador que en tan solo tres meses ya tenía más de 50 mil seguidores y se viralizaban los contenidos que realizaba.
Me doy cuenta que (el proyecto) ya es algo grande cuando me llegan correos de maestros de Latinoamérica, incluso de una maestra de Español de Filipinas, que me dice que los contenidos o memes le estaban funcionando como recurso didáctico.
Eso me ha abierto la puerta para participar en las prepas politécnicas de Santa Catarina, en la Universidad de Querétaro, Universidad de Colima. Y un grupo de creadores de contenido de la Ciudad de México organizó el primer y segundo Festival Internacional del Meme y en ambos he participado; en el año pasado obtuve el premio al mejor generador de contenido de memes.
El pensar en los memes como un recurso didáctico, ha hecho que la academia (catedráticos y especialistas en la docencia y el lenguaje), se dé cuenta que ya este recurso es algo muy importante y tenemos que incrustarlo en los nuevos planes de estudio.
Y la otra convicción que tengo es que me gusta mucho la cultura pop y el buen humor; dice el protagonista del libro El nombre de la rosa, de Umberto Eco, que el buen humor es una excelente manera para aprender, y creo que los memes incluyen eso, no solo el aprendizaje del tema, sino la figura de hacerte reír.
¿Será que los estudiantes del siglo 21, del año 2023, son un público difícil?
Sí, se habla mucho en la educación de las nuevas generaciones, hablo de los chicos nacidos después del 2004-2005; si no captas su atención los primeros 30 segundos, ya no te hacen caso.
Otra cosa es la evolución de las telecomunicaciones, de las redes sociales e internet, es que ahora estamos acostumbrados a consumir productos instantáneos. Veo un TikTok de 45 segundos y ya no veo un video de 40 minutos, salvo que es muy importante para mí. Estas generaciones están acostumbradas a esa inmediatez, ellos tienen el acceso absoluto al internet y los convierte en un público exigente que tiene nuevas formas de aprendizaje.
Hace una década era novedoso que hubiera tesis que abordaran el tema del meme, hoy ya es distinto.
Sí. Ya hay tesis sobre memes. Y es que el meme empieza siendo un divertimento en internet, pero ahora ya se convierte no solo en un recurso didáctico, sino también en un recurso informativo. A veces nos enteramos de grandes hitos culturales, políticos, sociales, primero por un meme en un grupo de WhatsApp que viendo una noticia o escuchando la radio.
Creo que la academia se ha ido ablandando, permitido, en aceptar esos recursos con el motivo de que forma parte de las nuevas generaciones y hay mucho potencial en los memes.
¿Cómo se estructura un meme y qué sentido tiene utilizarlo en la educación como es tu caso?
El meme es un producto que contiene una referencia intertextual. No necesitas saber del personaje que aparece en la imagen para entender el chiste, pero si sabes el contexto del personaje, hace muy enriquecedora la experiencia.
Ahora de la educación, se habla de los recursos didácticos, de estos elementos que usamos para facilitar el aprendizaje de los estudiantes, y el meme incluye información, referencia y el elemento de dar risa. Si un meme no da risa, entonces no es un meme.
El meme tiene infinitas posibilidades temáticas y, sobre todo, como recurso didáctico es que un estudiante en vez de escribirte un ensayo de 15 cuartillas te puede demostrar su conocimiento del tema elaborando un meme y para el maestro es más fácil evaluar al chico con ese resumen, eso hace al meme algo tan versátil.
¿Al maestro que utiliza los memes en clase se le puede considerar como docente con poca seriedad?
Está el paradigma de la educación tradicional, sobria, nada lúdica, que creo que es un poco antipedagógica, debatible también, porque creo que los extremos nunca son buenos, debe haber seriedad en algunos aspectos.
Creo que si ha habido reticencia en algunos docentes, es porque sienten que van perder un poco de respeto. Pero creo que al contrario, cuando un maestro empieza a utilizar memes, tiktoks y les empieza a hablar con un lenguaje no tan academicista, creo que hace que empatices mejor con ellos.
¿Los maestros que usan memes en clase son irreverentes?
No diría que irreverentes, creo que el adjetivo que mejor serviría es rebeldes, porque transgredimos o buscamos transgredir lo establecido, lo tradicional, lo sobrio. Creo que empezar a usar memes también cambia la manera en que te proyectas al mundo, el saber reírte de algo.
Quién sabe, quizá en 15 años cambio mi manera de pensar, al menos en el presente es una buena manera de conectar con los alumnos y eso, que lo más importante es el buen humor para destensar incluso la incertidumbre de estos tiempos actuales.