Un juez federal dictó auto de formal prisión a Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, tras su reciente deportación de Estados Unidos a México el 16 de diciembre. Daniel Marcelino Niño Jiménez, Juez Cuarto de Distrito en Materia Penal en Toluca, determinó que la Fiscalía General de la República (FGR) presentó pruebas suficientes para iniciar un proceso en su contra por delincuencia organizada, en la modalidad de delitos contra la salud.
La resolución fue notificada al capo en el Centro Federal de Reinserción Social No. 1 “Altiplano“, ubicado en Almoloya de Juárez. Según la FGR, el tamaulipeco es acusado de liderar el Cártel del Golfo, establecer alianzas con otras organizaciones criminales y coordinar el tráfico de drogas a nivel internacional, utilizando puertos estratégicos como Lázaro Cárdenas, Michoacán, y operando en Guerrero y Tamaulipas.
Esta es la primera causa judicial contra Cárdenas Guillén desde su regreso a México. Durante su declaración preparatoria, el narcotraficante negó las acusaciones de narcotráfico.
Otros Procesos Pendientes Además de este caso, Cárdenas Guillén enfrenta varias acusaciones pendientes. Este lunes, un juez en Jalisco determinará si se le dicta formal prisión por el asesinato de seis personas, entre ellas Guadalupe y Juan Rosendo Vázquez Guzmán, familiares de un testigo protegido conocido como “Rufino“, quienes fueron asesinados en 2002 en Matamoros, Tamaulipas.
El capo también tiene dos órdenes de aprehensión pendientes por homicidio calificado y delincuencia organizada, así como siete procesos judiciales en trámite por delitos como lavado de dinero, narcotráfico, portación de armas de uso exclusivo del Ejército y cohecho.
Condena Previa en Estados Unidos Cárdenas Guillén fue detenido en Matamoros en 2003 y extraditado a Estados Unidos en 2007. En 2010, un tribunal en Houston lo sentenció a 25 años de prisión y al pago de una multa de 50 millones de dólares tras declararse culpable de múltiples cargos criminales.
El pasado 16 de diciembre, fue deportado a México a través del cruce fronterizo de Tijuana, Baja California, y trasladado al Penal del Altiplano. Según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de ser encontrado culpable en todos los procesos abiertos, Cárdenas Guillén podría enfrentar una condena de hasta 730 años de prisión.