En medio del debate sobre la reciente reforma al Poder Judicial, la abogada Ingrid de los Ángeles Tapia Gutiérrez, candidata número 30 a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hizo un llamado contundente a la ciudadanía para participar en la histórica elección de jueces, magistrados y ministros.
Con 27 años de experiencia en derecho electoral, constitucional y civil, Tapia advirtió que la abstención no es neutral y sostuvo que “quien no vota, colabora con el mal“.
“Decir que no se debe votar es falso, absurdo e irresponsable. Esta reforma fue aprobada en las urnas y en la Suprema Corte. No está en juego su validez, pero sí quién ocupará esos cargos“, subrayó.
Tapia recalcó que la justicia afecta de manera desigual, y que los sectores más vulnerables —mujeres, madres solteras, personas mayores y niños— son quienes más resienten la ineficiencia del sistema judicial.
“El rostro de la injusticia en México es mujer, pobre y vieja. A ellas les debemos un sistema que funcione“, enfatizó.
Sobre su motivación personal, recordó su origen en un barrio violento y su lucha por salir adelante a pesar de las adversidades. “Yo he vivido de cerca las fallas estructurales del sistema judicial, y sé que sin la participación ciudadana, no habrá un cambio real“, sostuvo.
Tapia llamó a ver esta elección como una oportunidad histórica para transformar al Poder Judicial desde sus cimientos:
“Si el sistema está amañado, hay aún más razón para votar. Tenemos derecho a un tribunal limpio y sin pretextos. La justicia no mejora sola. Se construye con participación ciudadana.“
Asimismo, subrayó que la reforma no modifica los juicios de amparo ni las leyes procesales, pero sí cambia el mecanismo de selección de los integrantes del Poder Judicial.
“El sistema republicano permite la influencia del presidente, pero ahora el control real lo tiene quien elige: la ciudadanía. Y no hay democracia sin participación“, apuntó.
Finalmente, Tapia recordó que la elección será válida independientemente del porcentaje de participación, pero que el tiempo entre esta votación y la próxima será de una década, por lo que llamó a no desperdiciar esta oportunidad.
“No podemos perder media generación sin disputar el rumbo de la justicia. Es ahora o dentro de diez años. La justicia no se construye con abstenciones“, concluyó.