En el marco del Día Mundial del Emprendedor, el experto en tecnología y empresario mexicano Norberto Maldonado lanza una crítica directa al estado real del ecosistema emprendedor en México, cuestionando si verdaderamente se celebra la creación de nuevos negocios o simplemente la repetición de un ciclo destinado al fracaso.
A pesar de que México figura como el tercer mejor país para emprender en Latinoamérica, Maldonado advierte que esa percepción contrasta con la realidad que enfrentan millones de emprendedores:
“¿Celebramos la creación de negocios o la repetición de un ciclo que termina en frustración?“, plantea.
Una economía impulsada por PYMES… pero sin bases sólidas
Las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) representan más del 90% de las compañías en el país, aportan más del 50% del PIB nacional y generan más del 60% del empleo. Sin embargo, la gran mayoría no sobrevive más de cinco años.
Maldonado identifica causas recurrentes: falta de educación empresarial, planes de negocio mal estructurados y acceso limitado a financiamiento. Y lo resume en una frase tajante:
“En vez de incubar innovación, parece que estamos generando una fábrica de frustraciones“.
¿Startups o castillos de arena?
El experto también arremete contra la narrativa que idealiza a los emprendedores como héroes solitarios y advierte sobre la proliferación de esquemas de negocio sin fondo, impulsados más por el marketing que por un modelo sólido.
“Muchas startups no son más que productos con fecha de caducidad. Bonitos empaques, cero estructura“, advierte.
¿Dónde están los apoyos reales?
Maldonado recuerda que hace más de seis años desaparecieron los programas institucionalizados de apoyo al emprendimiento, y que las iniciativas actuales —como MiPymes mexicanas: motor de nuestra economía o Internet para Todos— no han trascendido las buenas intenciones.
“Es paradójico: se nos aplaude como país emprendedor, pero no se invierte en que ese emprendimiento prospere“, lamenta.
Propuestas para construir un ecosistema sostenible
Para transformar el panorama, Maldonado propone:
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Formación empresarial integral desde niveles escolares hasta profesionales.
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Acceso real a financiamiento, incluyendo plataformas no bancarias.
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Políticas públicas claras, consistentes y con seguimiento, alejadas de la burocracia.
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Alianzas entre empresarios y academia para diseñar planes de estudio alineados con las necesidades del mercado.
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Apoyo de organizaciones como la Fundación Kooltivo, que brinda herramientas digitales para la eficiencia de las PyMEs.
“Hoy existen muchas plataformas de financiamiento más allá de la banca tradicional, dispuestas a apostar por las PyMEs. Pero nada funcionará si el gobierno no está dispuesto a construir políticas reales y sostenibles con nosotros“, concluye.