El Pozo del Gavilán es una maravilla geológica. Es una formación rocosa que se originó hace poco más de 150 millones de años.

Disfrutar de las aguas color turqueza que tiene este cenote implica descender 82 metros a rappel.

Obviamente, ascender de la misma forma, ya que no hay otra manera de hacerlo.

Este sitio ubicado en Galeana, Nuevo León, registra la visita de turistas que luego de una serie de pruebas físicas y médicas se atreven a descender este cenote.

¿Te atreverías a bajar el Pozo del Gavilán?

Cristian Arnaud Faz, guía certificado que pertenece a Tour Operadores de Nuevo León.

Él explicó que las personas que buscan descender el Pozo del Gavilán deben pasar una prueba que se hace en La Huasteca.

Ahí tienen que subir un tiro de 30 metros, que es una prueba de fuego.

El objetivo es dominar la técnica jumar, para asegurar que podrán salir del sitio.

“Necesitan realizar la práctica de manera adecuada, para nosotros (los guías) es muy importante este filtro, de no hacerlo bien no hace la actividad”, aseguró.

Arnaud Faz reveló que el 90 %por ciento de los clientes pasan este filtro.

Otros requisitos son no padecer diabetes, enfermedades crónicas (alta o baja presión), no tener sobrepeso y no estar embarazadas.

“Como en toda actividad que implica riesgo de altura, porque manejamos cuerdas, las personas que descienden deben llenar un formulario para informar sobre su estado de salud y firmar una responsiva”, continuó el guía.

Lo anterior debido a que pueden ocurrir accidentes fortuitos como desprendimiento de piedra o algunas otras situaciones ajenas a la experiencia de los guías en la montaña.

Informar a Protección Civil de Galeana es también fundamental por parte de los guías de Tour Operadores de Nuevo León, para que estén enterados de la visita.

¿Cuánto tiempo toma bajar y subir el Pozo del Gavilán?

“El descenso puede tomar de 3 a 6 minutos. Subir es lo que demora más, un buen ascenso debe ser de 25 minutos, pero ha habido personas que tardan hasta 45 minutos hacerlo”, reveló.

Cristian Arnaud reconoció que el agotamiento es la dificultad que comúnmente presentan las personas al momento de salir del sitio.

“Hay mucho agotamiento si no se hace bien la técnica jumar, pueden ocurrir situaciones diversas y en muy raros casos tenemos que subirlos por nuestra cuenta, pero estamos capacitados para hacerlo”, informó.

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Desprendimiento de roca

Si no se toman las medidas necesarias para ayudar a subir a las personas que descienden al Pozo del Gavilán, cabe la posibilidad de desprendimiento de rocas al chocar los cuerpos contra las paredes del sitio.

Cuando no hay una capacitación adecuada por parte de los guías y operadores que ofrecen este servicio pueden suceder situaciones que ponen en peligro a los visitantes y al cenote.

“Hay operadores o guías que se meten en problemas por falta de capacitación y experiencia, y terminan pidiendo rescate.

“Supe de un operador que tuvieron que engancharlo del vehículo y arrastrarlo, eso ocasionó mucho desprendimiento de piedras, y molestias al cliente”, comentó.

En la parte de arriba del Pozo del Gavilán se marcan las honduras de la cuerda cuando hace la fricción, ¿no ven ningún inconveniente para seguir con la actividad?, se le cuestionó.

“No hay ningún problema en esa parte. Sí hay cierto tallón de la cuerda con la superficie, pero es mínimo”, dijo.